PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, DOCTOR NÉSTOR KIRCHNER, EN LA FIRMA DEL ACUERDO DE COOPERCIÓN ENTRE LAFSA Y SOUTHERN WINDS, EN LA CASA DE GOBIERNO 03/09/2003
"Por eso con mucha fe vemos este acuerdo, este acuerdo de trabajo empresarial conjunto entre la empresa Southern Winds y LAFSA; apostamos fuertemente a los resultados. Sabemos que los escépticos van a estar esperando que fracase, pero nosotros estamos convencidos de la calidad empresaria y de la calidad de los trabajadores para que esto pueda funcionar como corresponda. Estoy seguro que estamos generando un nuevo mecanismo que va a permitir abordar la problemática de un tema que, más allá de las gestiones empresariales buenas o malas que puede haber habido en el área, ustedes saben que de última, el problema aero-comercial es un problema que trasciende los campos de la Argentina, tiene un marco internacional de respuesta y de crisis, también lo tiene aquí en la Argentina por otras circunstancias. Así que estamos abordando con absoluta creatividad un problema que si no hubiera derivado en la quiebra global, en la caída o en la convocatoria de algunas empresas más del sector y seguramente con miles de trabajadores, como pasó durante toda la década del ´90, abandonados a las manos de Dios."
(...)"Queda absolutamente claro que confiamos en los empresarios nacionales que están trabajando en el área, tienen un gran desafío para demostrar capacidad de gestión, administración, entender y tratar de mejorar la funcionalidad del negocio que no tengo ninguna duda que lo van a hacer. Y también, que en esta Argentina empieza a existir otra tarea, otro concepto, otra filosofía que es la tarea de la empresa, la tarea de la competencia; está el elemento central y la columna vertebral de ese trabajo que son los trabajadores que siempre tienen que ser tenidos en cuenta y que tienen que dejar de ser los chivos expiatorios de un proyecto y un país que nos fue sumergiendo en la situación que estamos hoy."
PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, NÉSTOR KIRCHNER, AL ASISTIR AL VUELO INAUGURAL DE LÍNEAS AÉREAS FEDERALES Y SOUTHERN WINDS 03/10/2003
Yo agradezco la madurez y la responsabilidad de los empresarios, la madurez y la responsabilidad de los dirigentes gremiales y de los gremios respectivos que con gran seriedad han ayudado a articular esta respuesta. También les aclaro que me voy con una profunda satisfacción porque sé que juntos hemos construido una relación de credibilidad y de esfuerzo, y vamos a poder solucionar cuanto problema se vaya sucediendo; seguramente no hemos superado todos los problemas, siempre aparecen algunos nuevos, pero cuando buena voluntad, cuando hay creatividad, cuando hay imaginación, cuando hay ganas de hacer un nuevo país y tenemos ese ida y vuelta de hablar con sinceridad, las cosas se solucionan con mucha rapidez. Dios quiera que cuando llegue el 24 de diciembre los trabajadores de Dinar y Lapa puedan levantar la copa en su casa con la tranquilidad de que está el trabajo, la seguridad y el futuro. Muchas gracias, muchas fuerza y gracias por creer.
DIARIO CLARIN Sábado 3 de abril de 2004
En voz Baja: >QUEJAS RADICALES<
Los diputados de la UCR quieren saber en qué se gasta la plata que el Estado destina todos los meses a la empresa Líneas Aéreas Federales SA (Lafsa). Tras calificar a la compañía como un "aerolínea virtual", el legislador bonaerense Roberto Costa reclamó al Gobierno que informe si se están utilizando los recursos estatales para subsidiar el combustible y las tasas aeroportuarias de la empresa Southern Winds (SW), que tiene entre sus accionistas al grupo Eurnekian, el concesionario de los aeropuertos que le adeuda al Estado más de 300 millones de pesos por cánones impagos
Los diputados de la UCR quieren saber en qué se gasta la plata que el Estado destina todos los meses a la empresa Líneas Aéreas Federales SA (Lafsa). Tras calificar a la compañía como un "aerolínea virtual", el legislador bonaerense Roberto Costa reclamó al Gobierno que informe si se están utilizando los recursos estatales para subsidiar el combustible y las tasas aeroportuarias de la empresa Southern Winds (SW), que tiene entre sus accionistas al grupo Eurnekian, el concesionario de los aeropuertos que le adeuda al Estado más de 300 millones de pesos por cánones impagos
DIARIO CLARIN Viernes 28 de mayo de 2004
PERMISOS OTORGADOS A LA LINEA AEREA ESTATAL
LAFSA no posee aviones, pero ya tiene 15 rutas
La Secretaría de Transporte le acordó los 15 destinos que solicitó para operar.
El Gobierno resolvió otorgarle a la firma estatal LAFSA (Líneas Aéreas Federales SA) la concesión para explotar "servicios regulares de pasajeros, cargas y correo" en 15 rutas aéreas que unen la Capital con los principales destinos del país.
Los permisos de vuelo para LAFSA —empresa que está por cumplir un año de vida y que hasta ahora no tiene ningún avión propio— fueron aprobados por medio de la resolución 350 de la Secretaría de Transporte. Dentro del "paquete de destinos" que se concedieron por un período de 15 años sobresalen dos rutas que, en teoría, llegan hasta las islas Malvinas.
Uno de los trayectos comprende el itinerario de Buenos Aires-Comodoro Rivadavia-Ushuaia-Puerto Argentino. Y la otra ruta que involucra a las Malvinas es la correspondiente al tramo Buenos Aires, Río Gallegos-Puerto Argentino. (ver Gestos...)
De acuerdo con los plazos fijados por la Secretaría de Transporte, LAFSA deberá iniciar sus operaciones en un plazo de 180 días. Actualmente, LAFSA tiene un acuerdo de "cooperación comercial" con la aerolínea privada Southern Winds (SW). Por esa "alianza empresaria" que se acordó el año pasado, LAFSA debe pagar los gastos de combustible de los aviones de SW y hacerse cargo de los sueldos de los casi 1.000 ex empleados de LAPA y Dinar que pasaron formar parte de su plantel operativo. Esas obligaciones le demandan a la empresa estatal un desembolso mensual de casi 6 millones de pesos que se cubren con los aportes del Estado.
Pese a que aún no logró comprar ni alquilar ninguna aeronave, el Gobierno autorizó a LAFSA a volar desde Buenos Aires a las siguientes ciudades: Puerto Madryn, Río Gallegos,Ushuaia, El Calafate, Comodoro Rivadavia, Bariloche, Iguazú, Salta, Tucumán, Córdoba, Mendoza, San Juan y Bahía Blanca.
Los trayectos que recibió LAFSA habían sido pedidos en la audiencia pública que tuvo lugar a fines del 2003. Pese a que la Junta Asesora del Transporte Aéreo sólo se pronunció a favor de otorgar permisos para algunos destinos; el titular de Transporte, Ricardo Jaime le entregó a LAFSA todas las rutas solicitadas.
DIARIO CLARIN 17.08.2004
DEMORAS EN LA PRIVATIZACION DE LA AEROLINEA FEDERAL
El Estado se queda con LAFSA al menos hasta marzo de 2005
El convenio con Southern Winds le costará 6 millones de pesos mensuales.
Ante la demora que arrastra la privatización de LAFSA (Líneas Aéreas Federales S.A.), el Gobierno se apresta a prorrogar por tercera vez el "acuerdo empresario" que une a la aerolínea estatal y la privada Southern Winds (SW) y que le cuesta al Estado unos 6 millones de pesos mensuales.
El convenio de "cooperación" —que vence en los primeros días de setiembre—será extendido hasta marzo del 2005 y se mantendrán sin cambios los aportes estatales de $ 3,2 millones mensuales para pagar el combustible de los aviones y de casi $ 3 millones para los salarios de los empleados de LAFSA que trabajan en "comisión" en SW.
La aerolínea estatal se creó a mediados del 2003 para absorber a los empleados de las ex LAPA y Dinar. Actualmente cuenta con 880 agentes, de los cuales cerca de la mitad está afectado a los vuelos "conjuntos" con SW y los restantes se encuentran suspendidos con goce de haberes.
Desde su nacimiento, las riendas de LAFSA están en manos de un triunvirato que integran José Bidart (hombre de confianza del ministro de Planificación Federal, Julio De Vido); Jorge Baravalle (el consuegro del ministro de Economía, Roberto Lavagna) y Nicolás Scioli (hermano del vicepresidente, Daniel Scioli).
La "alianza empresarial" de LAFSA con la aerolínea privada SW —propiedad del empresario cordobés Juan Maggio y el titular de Aeropuertos Argentina 2000, Eduardo Eurnekian— se había instrumentado en setiembre del año pasado. El acuerdo le permitió a SW superar una complicada situación económica que estaba a punto de dejarla inactiva, mientras que a LAFSA —supuestamente— le tenía que reportar un acortamiento en los plazos de su puesta en marcha y posterior privatización.
Pese a que cuenta con un presupuesto anual de casi 120 millones de pesos, la compañía estatal sólo tiene una "presencia virtual" entre los actores del negocio aeronáutico. No ha logrado incorporar ni alquilar ninguna aeronave, pero igual el Gobierno le otorgó por 15 años la concesión para explotar los "servicios regulares de pasajeros, cargas y correo" en 15 rutas aéreas que unen la Capital Federal con los principales destinos del país.
LA Nación. Lunes 20 de Setiembre de 2004
Editorial: Mayores subsidios para Lafsa
El Gobierno y la compañía aérea Southern Winds (SW) prorrogaron por otros seis meses el convenio de operación conjunta entre esa empresa y la estatal Líneas Aéreas Federales (Lafsa), con la novedad de que se incorpora un incremento de 40 por ciento -respecto del anterior- en el subsidio que el Estado aporta a SW para el pago de combustible. La diferencia fue justificada por el aumento que en ese porcentaje tuvo el JP 1, combustible utilizado por las aeronaves.
La mecánica utilizada para determinar el aporte a SW consiste en entregarle a la empresa el dinero necesario para adquirir la misma cantidad de combustible que se podía comprar antes de que se disparara el precio del crudo en el mercado internacional e impulsara hacia arriba los precios del carburante que utilizan los aviones de la compañía. Es decir que si el precio del combustible llegara a bajar, el total del subsidio se reduciría y el proceso contrario se produciría si aquél siguiera en una espiral ascendente. La medida supone una evidente distorsión del mercado aeronáutico comercial, dado que otras compañías que operan en el país, como, por ejemplo, Aerolíneas Argentinas, Aero Vip y American Falcon, deberán seguir pagando el JP 1 a los precios que fijen las petroleras, lo que las pone en clara desventaja respecto de su competidora oficial.
La nueva prórroga por seis meses del convenio entre el Estado y SW, que se extiende así hasta principios de marzo próximo, posterga, al menos hasta esa fecha, la eventual privatización de Lafsa, proceso que no está exento de complicaciones. En primer lugar cabe preguntarse cuál sería la suerte de la compañía aérea si se eliminase el subsidio del combustible, al que hay que sumarle el monto que recibe para el pago de los salarios de los trabajadores de las ex LAPA y Dinar, que hoy prestan servicios en SW o que están a la espera de ser reincorporados a la actividad. Pero, en segundo lugar, están las presiones de los sectores sindicales que reclaman a las autoridades nacionales la permanencia de Lafsa como empresa estatal.
Recientemente se conoció el acuerdo suscripto entre los sindicatos del personal de la empresa y la Secretaría de Transporte por el cual se establece que, en el pase a manos privadas de Lafsa, se garantizará la estabilidad laboral y el respeto a las condiciones laborales para todos los trabajadores, por el término mínimo asegurado de tres años.
Paradójicamente, casi en forma simultánea a la firma del convenio que otorgó este privilegio a los empleados de la empresa aérea estatal virtual, la gerencia de la compañía aerocomercial italiana, Alitalia, presentó a los sindicatos un severo plan de ajuste para evitar la quiebra de la compañía, que incluye el recorte de 5000 empleos entre 2005 y 2006 y la división de la empresa en dos compañías: la que tendría a su cargo las actividades propias del transporte aéreo, y la que aglutinaría los servicios de tierra e informáticos y el mantenimiento.
La discriminación de la que son objeto las compañías aerocomerciales que operan en el mercado local no puede ni debe continuar. No existe razón valedera para entender que el aumento en el precio de los combustibles sólo afecta a una de las empresas y no al resto. Tampoco se conocen las causas reales que vienen postergando la demorada privatización de Lafsa, que se nutre con la plata del Estado, sin reportarle a éste ningún beneficio. Es de esperar que de cara al futuro las autoridades abandonen las medidas que responden a compromisos políticos o a presiones sindicales y permitan que todas las empresas del sector compitan en igualdad de condiciones, sin privilegios, subsidios o concesiones de ninguna naturaleza .
Lunes 14 de Junio de 2004
La empresa aérea virtual
Mediante la resolución 350 de la Secretaría de Transporte, el Gobierno decidió otorgarle a la empresa estatal Líneas Aéreas Federales S.A. (Lafsa) la concesión para explotar "servicios regulares de pasajeros, carga y correo" en 15 rutas aéreas que unen la Capital Federal con los principales destinos del país. Los permisos de vuelo para la compañía de navegación aérea, que hasta el momento no tiene ningún avión propio, autorizan a volar a Lafsa desde Buenos Aires hasta las siguientes ciudades: Puerto Madryn, Río Gallegos, Ushuaia, El Calafate, Comodoro Rivadavia, Bariloche, Iguazú, Salta, Tucumán, Córdoba, Mendoza, San Juan y Bahía Blanca. Los trayectos asignados habían sido solicitados en la audiencia pública llevada a cabo a fines de 2003 y, pese a que la Junta Asesora del Transporte Aéreo sólo se pronunció en favor de otorgar permisos para algunos destinos, desde la Secretaría de Transporte se resolvió adjudicarle todas las rutas solicitadas.
Lafsa fue gestada en los últimos días de la administración del doctor Duhalde y ya recibió del Estado nacional unos 25 millones de pesos, desde su creación, en septiembre de 2003. Los desembolsos tuvieron dos destinos concretos: el acuerdo de complementación con la empresa aérea Southern Winds (SW) -a razón de 3,2 millones de pesos mensuales en combustibles- y la incorporación gradual de los empleados que tenían las compañías LAPA y Dinar. En la actualidad trabajan en Lafsa 873 empleados, luego de una depuración, por renuncias o cambios a otras empresas, lo que produjo una reducción sobre los 1170 empleados presentados en las nóminas iniciales de ambas empresas. En este sentido cabe recordar que el convenio de complementación de operaciones entre Lafsa y SW venció en marzo último y fue prorrogado por otros seis meses.
Según el presidente de la compañía, Alberto Bidart, en el presupuesto para el corriente año el aporte estatal previsto para el ejercicio es de 67 millones de pesos. La asignación es trimestral, por casi 17 millones de pesos y homogénea para los cuatro períodos. Su ejecución parcial o total dependerá de los plazos de la privatización, cuyos pliegos, de acuerdo con lo manifestado por el ejecutivo de Lafsa, están en proceso de elaboración por parte del Poder Ejecutivo.
De acuerdo con el cronograma aprobado, Lafsa deberá iniciar sus operaciones en un plazo de 180 días. El plan de negocios original suponía quince aviones y 30 destinos de cabotaje, situación que dista de lo que realmente ocurre en la actualidad. Además, las demoras en los plazos prometidos podrían tener consecuencias en el terreno de los grupos interesados en adquirir la empresa. Los inversores -nacionales o internacionales- necesitan de un marco jurídico estable.
El actual cuadro de situación de Lafsa ha provocado que un legislador de la oposición haya presentado un pedido de informes al Poder Ejecutivo con la finalidad de que las autoridades nacionales aclaren "el confuso y vacilante andamiaje jurídico proyectado con la composición societaria de Líneas Aéreas Federales". Más aún, el diputado Roberto Costa, de la Unión Cívica Radical (UCR), puso en duda la posibilidad de operar en forma eficiente que tiene la empresa aérea del Estado y requiere se informe sobre el destino de los recursos comprometidos en una aerolínea a la que considera virtual. Finalmente, el legislador pidió conocer el gasto que resultará del acuerdo de salvataje a la compañía SW con el subsidio de combustible, sumado al pago de los haberes del personal, el plan de inversiones, el costo de las tarifas y los desembolsos futuros "si no se logran la sustentabilidad y racionalidad que permitan el desarrollo de la empresa". El diputado de la UCR espera respuesta a sus interrogantes. También la sociedad argentina, cansada de que se dilapiden los fondos públicos en proyectos faraónicos o de imposible concreción.
¿Y que paso?
LAFSA no posee aviones, pero ya tiene 15 rutas
La Secretaría de Transporte le acordó los 15 destinos que solicitó para operar.
El Gobierno resolvió otorgarle a la firma estatal LAFSA (Líneas Aéreas Federales SA) la concesión para explotar "servicios regulares de pasajeros, cargas y correo" en 15 rutas aéreas que unen la Capital con los principales destinos del país.
Los permisos de vuelo para LAFSA —empresa que está por cumplir un año de vida y que hasta ahora no tiene ningún avión propio— fueron aprobados por medio de la resolución 350 de la Secretaría de Transporte. Dentro del "paquete de destinos" que se concedieron por un período de 15 años sobresalen dos rutas que, en teoría, llegan hasta las islas Malvinas.
Uno de los trayectos comprende el itinerario de Buenos Aires-Comodoro Rivadavia-Ushuaia-Puerto Argentino. Y la otra ruta que involucra a las Malvinas es la correspondiente al tramo Buenos Aires, Río Gallegos-Puerto Argentino. (ver Gestos...)
De acuerdo con los plazos fijados por la Secretaría de Transporte, LAFSA deberá iniciar sus operaciones en un plazo de 180 días. Actualmente, LAFSA tiene un acuerdo de "cooperación comercial" con la aerolínea privada Southern Winds (SW). Por esa "alianza empresaria" que se acordó el año pasado, LAFSA debe pagar los gastos de combustible de los aviones de SW y hacerse cargo de los sueldos de los casi 1.000 ex empleados de LAPA y Dinar que pasaron formar parte de su plantel operativo. Esas obligaciones le demandan a la empresa estatal un desembolso mensual de casi 6 millones de pesos que se cubren con los aportes del Estado.
Pese a que aún no logró comprar ni alquilar ninguna aeronave, el Gobierno autorizó a LAFSA a volar desde Buenos Aires a las siguientes ciudades: Puerto Madryn, Río Gallegos,Ushuaia, El Calafate, Comodoro Rivadavia, Bariloche, Iguazú, Salta, Tucumán, Córdoba, Mendoza, San Juan y Bahía Blanca.
Los trayectos que recibió LAFSA habían sido pedidos en la audiencia pública que tuvo lugar a fines del 2003. Pese a que la Junta Asesora del Transporte Aéreo sólo se pronunció a favor de otorgar permisos para algunos destinos; el titular de Transporte, Ricardo Jaime le entregó a LAFSA todas las rutas solicitadas.
DIARIO CLARIN 17.08.2004
DEMORAS EN LA PRIVATIZACION DE LA AEROLINEA FEDERAL
El Estado se queda con LAFSA al menos hasta marzo de 2005
El convenio con Southern Winds le costará 6 millones de pesos mensuales.
Ante la demora que arrastra la privatización de LAFSA (Líneas Aéreas Federales S.A.), el Gobierno se apresta a prorrogar por tercera vez el "acuerdo empresario" que une a la aerolínea estatal y la privada Southern Winds (SW) y que le cuesta al Estado unos 6 millones de pesos mensuales.
El convenio de "cooperación" —que vence en los primeros días de setiembre—será extendido hasta marzo del 2005 y se mantendrán sin cambios los aportes estatales de $ 3,2 millones mensuales para pagar el combustible de los aviones y de casi $ 3 millones para los salarios de los empleados de LAFSA que trabajan en "comisión" en SW.
La aerolínea estatal se creó a mediados del 2003 para absorber a los empleados de las ex LAPA y Dinar. Actualmente cuenta con 880 agentes, de los cuales cerca de la mitad está afectado a los vuelos "conjuntos" con SW y los restantes se encuentran suspendidos con goce de haberes.
Desde su nacimiento, las riendas de LAFSA están en manos de un triunvirato que integran José Bidart (hombre de confianza del ministro de Planificación Federal, Julio De Vido); Jorge Baravalle (el consuegro del ministro de Economía, Roberto Lavagna) y Nicolás Scioli (hermano del vicepresidente, Daniel Scioli).
La "alianza empresarial" de LAFSA con la aerolínea privada SW —propiedad del empresario cordobés Juan Maggio y el titular de Aeropuertos Argentina 2000, Eduardo Eurnekian— se había instrumentado en setiembre del año pasado. El acuerdo le permitió a SW superar una complicada situación económica que estaba a punto de dejarla inactiva, mientras que a LAFSA —supuestamente— le tenía que reportar un acortamiento en los plazos de su puesta en marcha y posterior privatización.
Pese a que cuenta con un presupuesto anual de casi 120 millones de pesos, la compañía estatal sólo tiene una "presencia virtual" entre los actores del negocio aeronáutico. No ha logrado incorporar ni alquilar ninguna aeronave, pero igual el Gobierno le otorgó por 15 años la concesión para explotar los "servicios regulares de pasajeros, cargas y correo" en 15 rutas aéreas que unen la Capital Federal con los principales destinos del país.
LA Nación. Lunes 20 de Setiembre de 2004
Editorial: Mayores subsidios para Lafsa
El Gobierno y la compañía aérea Southern Winds (SW) prorrogaron por otros seis meses el convenio de operación conjunta entre esa empresa y la estatal Líneas Aéreas Federales (Lafsa), con la novedad de que se incorpora un incremento de 40 por ciento -respecto del anterior- en el subsidio que el Estado aporta a SW para el pago de combustible. La diferencia fue justificada por el aumento que en ese porcentaje tuvo el JP 1, combustible utilizado por las aeronaves.
La mecánica utilizada para determinar el aporte a SW consiste en entregarle a la empresa el dinero necesario para adquirir la misma cantidad de combustible que se podía comprar antes de que se disparara el precio del crudo en el mercado internacional e impulsara hacia arriba los precios del carburante que utilizan los aviones de la compañía. Es decir que si el precio del combustible llegara a bajar, el total del subsidio se reduciría y el proceso contrario se produciría si aquél siguiera en una espiral ascendente. La medida supone una evidente distorsión del mercado aeronáutico comercial, dado que otras compañías que operan en el país, como, por ejemplo, Aerolíneas Argentinas, Aero Vip y American Falcon, deberán seguir pagando el JP 1 a los precios que fijen las petroleras, lo que las pone en clara desventaja respecto de su competidora oficial.
La nueva prórroga por seis meses del convenio entre el Estado y SW, que se extiende así hasta principios de marzo próximo, posterga, al menos hasta esa fecha, la eventual privatización de Lafsa, proceso que no está exento de complicaciones. En primer lugar cabe preguntarse cuál sería la suerte de la compañía aérea si se eliminase el subsidio del combustible, al que hay que sumarle el monto que recibe para el pago de los salarios de los trabajadores de las ex LAPA y Dinar, que hoy prestan servicios en SW o que están a la espera de ser reincorporados a la actividad. Pero, en segundo lugar, están las presiones de los sectores sindicales que reclaman a las autoridades nacionales la permanencia de Lafsa como empresa estatal.
Recientemente se conoció el acuerdo suscripto entre los sindicatos del personal de la empresa y la Secretaría de Transporte por el cual se establece que, en el pase a manos privadas de Lafsa, se garantizará la estabilidad laboral y el respeto a las condiciones laborales para todos los trabajadores, por el término mínimo asegurado de tres años.
Paradójicamente, casi en forma simultánea a la firma del convenio que otorgó este privilegio a los empleados de la empresa aérea estatal virtual, la gerencia de la compañía aerocomercial italiana, Alitalia, presentó a los sindicatos un severo plan de ajuste para evitar la quiebra de la compañía, que incluye el recorte de 5000 empleos entre 2005 y 2006 y la división de la empresa en dos compañías: la que tendría a su cargo las actividades propias del transporte aéreo, y la que aglutinaría los servicios de tierra e informáticos y el mantenimiento.
La discriminación de la que son objeto las compañías aerocomerciales que operan en el mercado local no puede ni debe continuar. No existe razón valedera para entender que el aumento en el precio de los combustibles sólo afecta a una de las empresas y no al resto. Tampoco se conocen las causas reales que vienen postergando la demorada privatización de Lafsa, que se nutre con la plata del Estado, sin reportarle a éste ningún beneficio. Es de esperar que de cara al futuro las autoridades abandonen las medidas que responden a compromisos políticos o a presiones sindicales y permitan que todas las empresas del sector compitan en igualdad de condiciones, sin privilegios, subsidios o concesiones de ninguna naturaleza .
Lunes 14 de Junio de 2004
La empresa aérea virtual
Mediante la resolución 350 de la Secretaría de Transporte, el Gobierno decidió otorgarle a la empresa estatal Líneas Aéreas Federales S.A. (Lafsa) la concesión para explotar "servicios regulares de pasajeros, carga y correo" en 15 rutas aéreas que unen la Capital Federal con los principales destinos del país. Los permisos de vuelo para la compañía de navegación aérea, que hasta el momento no tiene ningún avión propio, autorizan a volar a Lafsa desde Buenos Aires hasta las siguientes ciudades: Puerto Madryn, Río Gallegos, Ushuaia, El Calafate, Comodoro Rivadavia, Bariloche, Iguazú, Salta, Tucumán, Córdoba, Mendoza, San Juan y Bahía Blanca. Los trayectos asignados habían sido solicitados en la audiencia pública llevada a cabo a fines de 2003 y, pese a que la Junta Asesora del Transporte Aéreo sólo se pronunció en favor de otorgar permisos para algunos destinos, desde la Secretaría de Transporte se resolvió adjudicarle todas las rutas solicitadas.
Lafsa fue gestada en los últimos días de la administración del doctor Duhalde y ya recibió del Estado nacional unos 25 millones de pesos, desde su creación, en septiembre de 2003. Los desembolsos tuvieron dos destinos concretos: el acuerdo de complementación con la empresa aérea Southern Winds (SW) -a razón de 3,2 millones de pesos mensuales en combustibles- y la incorporación gradual de los empleados que tenían las compañías LAPA y Dinar. En la actualidad trabajan en Lafsa 873 empleados, luego de una depuración, por renuncias o cambios a otras empresas, lo que produjo una reducción sobre los 1170 empleados presentados en las nóminas iniciales de ambas empresas. En este sentido cabe recordar que el convenio de complementación de operaciones entre Lafsa y SW venció en marzo último y fue prorrogado por otros seis meses.
Según el presidente de la compañía, Alberto Bidart, en el presupuesto para el corriente año el aporte estatal previsto para el ejercicio es de 67 millones de pesos. La asignación es trimestral, por casi 17 millones de pesos y homogénea para los cuatro períodos. Su ejecución parcial o total dependerá de los plazos de la privatización, cuyos pliegos, de acuerdo con lo manifestado por el ejecutivo de Lafsa, están en proceso de elaboración por parte del Poder Ejecutivo.
De acuerdo con el cronograma aprobado, Lafsa deberá iniciar sus operaciones en un plazo de 180 días. El plan de negocios original suponía quince aviones y 30 destinos de cabotaje, situación que dista de lo que realmente ocurre en la actualidad. Además, las demoras en los plazos prometidos podrían tener consecuencias en el terreno de los grupos interesados en adquirir la empresa. Los inversores -nacionales o internacionales- necesitan de un marco jurídico estable.
El actual cuadro de situación de Lafsa ha provocado que un legislador de la oposición haya presentado un pedido de informes al Poder Ejecutivo con la finalidad de que las autoridades nacionales aclaren "el confuso y vacilante andamiaje jurídico proyectado con la composición societaria de Líneas Aéreas Federales". Más aún, el diputado Roberto Costa, de la Unión Cívica Radical (UCR), puso en duda la posibilidad de operar en forma eficiente que tiene la empresa aérea del Estado y requiere se informe sobre el destino de los recursos comprometidos en una aerolínea a la que considera virtual. Finalmente, el legislador pidió conocer el gasto que resultará del acuerdo de salvataje a la compañía SW con el subsidio de combustible, sumado al pago de los haberes del personal, el plan de inversiones, el costo de las tarifas y los desembolsos futuros "si no se logran la sustentabilidad y racionalidad que permitan el desarrollo de la empresa". El diputado de la UCR espera respuesta a sus interrogantes. También la sociedad argentina, cansada de que se dilapiden los fondos públicos en proyectos faraónicos o de imposible concreción.
¿Y que paso?
0 Comentarios