Amanita muscaria es un hongo micorrizógeno muy común, también denominado atrapamoscas. El epíteto muscaria, proviene del latin musca, mosca, que hace referencia a la interacción que se produce entre este hongo y los insectos, paraliza temporalmente a los insectos que entran en contacto con la seta.
Es la seta que aparece habitualmente, dibujada en libros infantiles. Según la fantasía popular, este hongo aparece ligado a los gnomos. Algunos autores sostienen que tal asociación se debe a la visión deformada del hongo causada por el enteógeno tras su ingestión; la muscarina, entre muchas de sus acciones sobre el sistema neurológico, causa la apreciación deformada de formas y distancias. El compuesto venenoso se llama muscarina y el compuesto enteógeno o psicoactivo se llama ácido iboténico y si el hongo se deja secar se convierte en muscimol.
Así, la seta, primer objeto visto al sufrir tales efectos, se acaba asemejando a un hombrecillo; el sombrero rojo con topos blancos se alarga formando el característico cono que usan los gnomos en la cabeza, y el pie blanco se transforma ante la visión de los humanos en la imponente larga barba blanca.
Esto, junto con la percepción de chispas luminosas en nuestra visión (fosfenos) por la interpretación alterada de los estímulos recibidos en el nervio óptico, ha hecho que la tradición popular caracterizara a los gnomos como veloces y esquivos.
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